martes, 28 de noviembre de 2006

Sonrisa...


La sonrisa de Miranda



Las primeras sonrisas de los bebés son tan intensas que parecen guardar toda la felicidad que cabe en el universo. Por eso, frecuentemente, después de brindarnos su sonrisa, su cuerpecito se retuerce suavemente como si no pudiera con tanto gozo.
Aunque dije que no pondría fotos, la sonrisa de Miranda lo merece.

9 comentarios:

Ángela dijo...

Eso es que se ríen porque tienen sueño, y no es que se estiren de gozo, sino de pereza...

Anónimo dijo...

Me encanta. Personalmente pienso que lo único comparable a la sonrisa de un niño son sus pies.¡Me encantan!Mordería-suavemente-todos sus deditos
NAC

Anónimo dijo...

caramba que bonito!

Anónimo dijo...

Pues yo me quedo con su olor...
olor a dulce de leche.
no puedo dejar de olerla!!
... claro, así no hay quien adelgace!!

Arroba dijo...

Si, Arrobita, tu niña está para comersela, y de adelgazar ni lo sueñes mientras la mamona coma de lo tuyo, jeje

Anónimo dijo...

Un beisto para tu niña de mi parte. Y, para tu niño otro.

Anónimo dijo...

"no huelen igual por todas partes, aunque todas huelen bien. Veréis, padre, los pies, por ejemplo, huelen como una piedra lisa y caliente... no, más bien como el requesón... o como la mantequilla... eso es, huelen a
mantequilla fresca. Y el cuerpo huele como... una galleta mojada en leche. Y la cabeza, en la parte de arriba, en la coronilla, donde el pelo forma un remolino,(...) aquí, precisamente aquí es donde huelen
mejor. Se parece al olor del caramelo, no podéis imaginar, padre, lo dulce y maravilloso que es Una vez se les ha olido aquí, se les quiere, tanto si son propios como ajenos. Y así, y no de otra manera, deben oler los niños de pecho."

Patrick Süskind
El perfume

Anónimo dijo...

Ostras, pulpos y mejillones!!!
¿ese pirata se ha escapado de la película?
Solo los "Piratas del Caribe" atrapaban retazos de maravillas y las daban sin cobrar un penique.
¡Qué maravilla has robado,amigo!
gracias por ella y vuelve de vez en cuando.

Ángela dijo...

¡Ostias, tú!
Y yo tan rurarlota...