lunes, 11 de diciembre de 2006

Mi cama

Me encanta la arena para escribir, pero para dormir prefiero mi cama.

¡Cómo me gusta mi cama! uf, casi no tengo palabras, es, es es.... lo extraño es que casi nadie entiende este gusto mio. Bueno sí, los bebés todos duermen como lironcetes sobre ella, y los niños que vienen a casa se pelean por ello. Los adultos en cambio: la miran, me miran y sonrien

¿ Podré meter en mi cama a un amante sin correr el riesgo de perderlo antes de catarlo?

8 comentarios:

nac dijo...

¡Muy bueno, maja!. Pero ahí va un consejo gratis: Yo lo cataría primero fuera de la cama; por si se marea, más que nada, oyes. Por la marejada, digo,; no por otra cosa.

No es por nada, pero desde que has dejado de fumar toses mucho, y ese subir y bajar...como que no.

Ángela dijo...

Puedes probar pero con más de uno, porque la ventaja de esas cama tuya es como... a ver cómo me explico yo ahora ... como las olitas que vienen y van... y corres el riesgo de perder momentaneamente a alguno en un primer lance. Por eso es recomendable que metas a dos o más de cada vez.

nac dijo...

Ahora me voy explicando yo para qué sirven esa especie de almohadas delgadiiiitas que tienes encima de la cama de Clara: de soporte, a que sí.

Anónimo dijo...

menos chunga, bonitas...

nac dijo...

a ver. Pero ¿qué habeis hecho?

Anónimo dijo...

¿De soporte para qué, Nac?
¡Ah! ya... de soporte para amantes, ¿no? Será porque a los amantes también hay que soportarlos.
Qué lista es esta Arroba.

Anónimo dijo...

¡Qué divertida eres!. Vamos que ni que fueramos como un melón 'a cala y prueba' o como el vino, concurso de 'catas'.

Un beso.

Anónimo dijo...

¡Muy bien definido, Javier! Como melones mismamente...