martes, 20 de noviembre de 2007

Días deliciosos


Terminado el cobijo para el coche, me bajé del andamio y se me ha ocurrido decorar la pared que está sobre mi cama con un precioso mural en yeso teñido. No, esa de arriba no es mi obra, pero me sirvió de inspiración.
El frío y las lluvias han comenzado y los audiolibros se estan convirtiendo en un vicio: por las mañanas, en la cocina escucho novelas de Zane Grey, por las tardes, mientras hago el mural , escucho "El arte de amar" de From. Por las noches en el taller de haiku. Delicioso otoño

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Queremos VER el resultado de la obra de recuperación del chamizo, además del resultado final de la decoración en yeso. Es interesante.
(Por cierto, no nos cuentas nada del pueblo Y ESTÁN PASANDO COSAS. (Date una vuelta por GALLEGOS DEL CAMPO...)

Arroba dijo...

buenas calaito.Dame tiempo, chiquillo, que se me ha acabado la pasta y solo el tejado ha podido ser recuperado. todo se andará.
Este pequeño mural lo estoy haciendo en casa.
¿Estan pasando cosas en Alcañices,dices?
desde aqui no se oye una mosca. Espero que sean todas buenas y para prosperar.
Anda dime qué hay por Gallegos del Campo y quizá me decida a arrancarme las plantas de los pies del suelo de mi casa.

Anónimo dijo...

Jo, chica, qué moderna: audiolibros. Yo, de momento, me siento incapaz de enfrentarme a ellos.

Besitos orgiásticos.

PD: Qué chula debe de estar quedándote la casa.

Anónimo dijo...

hola, ella.
Lo de los audiolibros no tiene el encanto de la lectura ni de lejos, claro, pero cuando se carece de tiempo son una solución que te proporciona horas deliciosas mientras haces trabajos que no requieren mucha concentración.
Cuando termine el mural os cuelgo la fotografia.