(Dedicado a Nac, Ana y Angelusa)
Nunca sabes cómo sucede y solo cuando el mal es irremediable puedes intuir que estas atrapada.
Esta preciosa mañana, mientras el cenceño dibujaba con hielo los árboles del jardín, yo tuve la feliz ocurrencia de lanzarme a hacer fotos dejando la puerta abierta de par en par. Nada más entrar en casa intuí que se me había colado dentro mientras yo miraba embobada la mañana, y el solo hecho de pensarlo "me puso la gallina en piel" como decía aquel futbolista extranjero. Encima estoy sola en casa y nadie puede ayudarme.
Aun sabiendo que era inutil todo lo que yo hiciera para defenderme, puse mis sentidos alerta para poder detectar donde se escondía y me apresuré a amontonar material para fabricar una gran barricada tras la que me imaginarme más segura: cajas de leche y de agua apiladas unas sobre otras, toneladas de frutas y verduras, una montañita de mantas y sábanas, el sofá, y por supuesto mi cama como refuerzo para la defensa. Han pasado 6 horas desde la mañana y aun no da señales de querer atacar seriamente.
Se paciente- me digo para tranquilizarme- solo es cuestión de tiempo.
Un escalofrío acaba de recorrer mi espalda. Me estoy quedando fría de no moverme. Tiro de una manta y me envuelvo.
Atchissss!
Atttcchhiisssss!
Atchissssssssssssssssssssssssssssssss!
halaaaaaaaaaaaaaaa, un liquidillo verde y espeso ha puesto mi manta perdida.
¿qué os dije?...
sábado, 16 de diciembre de 2006
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5 comentarios:
Ei, guapa, que para salir a la calle cuando el cenceño lo cubre todo, hay que salir bien abrigada. De todos modos, seguro que las fotos te quedaron chulas y además quedarán para siempre, mientras el constipado desaparecerá. Yo tb saqué hoy (desde la galería) a pesar del trancazo que tengo. A ver si mañana ya estamos güenas. Y gracias por la parte de relato que me toca. Que te mejores, prenda.
O sea, que el cenceño se convierte en un monstruo que al invadirte se mete contigo en la cama y se pone verde, ¡hum!.
Te he dejado un cuento en el blog de Angelusa, también es para tí.
Un beso.
PD. ¡Cómo me gustan las palabras con 'eñe'.
Qué buenísima descripción del trancazo que te tienes, en forma de cuento. ¡Mira que habértelo pillado cuando me voy...cachis!
Venga, al sofá con la manta, el aguardiente y ese cojín maravilloso que me dejaste el otro día. Cuando vuelva quiero encontrarte como te dejé. Un besazo enorme para mientras. Desde aquí te arropo.
AAATTTChússss!!
Ay, es que no puedo sustraerme al encanto del cenceño y cada año tiene más poder de seducción el muy…
Si, es como un amante cristalino que al “invadirme” como dice Javier ( jajaja, me encanta la imagen invasora) se convierte casi invariablemente en un moco transparente como agua (ayer por reflejo de la manta parecía verde, pero no.
Algún precio había que pagar por disfrutar tanta belleza, claro, Aaaaatttchússss!
( se me hace demasiado caro).
Pues que te gusta la Ñ ya se lo que voy a escribir sobre la arena, Javier. Sí, me quedan unas horitas aguantando al invasor y enseguida te dedicaré el post de la Ñ.
Gracias por los mimos, Nac
Angelusa,¿ estas ya buenica?
Mantente lejos de mi por unos días. No quiero añadir la tos a tus picores. Pronto lo celebraremos con un chupito de madroños y un "comorito".
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